Calor, mucho ...
Los hechosLa Paella | Acto 2
Como decía, lo que me encabronó no fue el tener que hacerme cargo de una paella para veinticinco, así, sin avisar. Al fin y al cabo, conozco al personal, y ninguno de ellos tiene el coraje necesario para semejante reto.
En la cocina el calor era infernal, por lo que antes de enzarzarme con el ingrediente principal, y a pesar de que aquella mañana acumulaba dos duchas, ya me sentía sucio y pegajoso, y los continuos y lejanos chapoteos que llegaban desde la piscina no ayudaban mucho.
Pero ningún viso de encabronamiento, al menos, por ahora …
En la cocina el calor era infernal, por lo que antes de enzarzarme con el ingrediente principal, y a pesar de que aquella mañana acumulaba dos duchas, ya me sentía sucio y pegajoso, y los continuos y lejanos chapoteos que llegaban desde la piscina no ayudaban mucho.
Pero ningún viso de encabronamiento, al menos, por ahora …